Los hechos sucedieron el 19 de noviembre de 2005 en Haditha, localidad situada a 240 kilómetros al noroeste de Bagdad.
Dela Cruz -que obtuvo la inmunidad de la fiscalía a cambio de declarar contra el jefe de su pelotón, el también sargento Frank Wuterich- contó que la bomba colocada por la insurgencia en la carretera alcanzó al vehículo en el que viajaba el cabo Miguel Terrazas, partiendo su cuerpo en dos trozos ensangrentados, y que esto fue lo que desencadenó la reacción de un grupo de soldados de la compañía Kilo. "Sé que hicimos algo malo, pero yo lo hice porque estaba enfadado", dijo.
Dela Cruz declaró en la sesión preliminar del tribunal militar, en la base Camp Pendleton, al norte de San Diego (California), que vio cómo el jefe del pelotón disparaba contra cinco iraquíes desarmados que habían salido de su coche y que tenían las manos en alto. Volvió a abrir fuego contra ellos cuando estaban caídos en el suelo. El sargento se acercó a los cuerpos y dijo: "Están muertos". Después, Wuterich "vino hacia mí y me dijo que si alguien nos preguntaba, [diríamos que] estaban escapando y que el Ejército iraquí les disparó". Tres marines de ese pelotón están acusados de asesinato y cuatro oficiales de negligencia y de obstrucción en la investigación.
Los fiscales consideran que la matanza de 24 civiles fue una represalia por la muerte del cabo Terrazas. Los procesados sostienen que se trató de una operación de limpieza llevada a cabo con órdenes ilegales y que tuvo un resultado desastroso.
El abogado de Wuterich, Neal Puckett, calificó ayer de "falso" el testimonio de Dela Cruz. "Es la cuarta o quinta versión de los hechos que ofrece. Es falsa, por supuesto", aseguró en un correo electrónico. "Es triste que tenga que sea llamado a declarar contra un compañero para obtener su libertad. Él es también una víctima".
Que triste esta broma.........
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